Cómo elegir el arnés perfecto para tu perro (según mi experiencia)
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🐶 Cómo elegir el arnés perfecto para tu perro (según mi experiencia con el mío)
Voy a decirte lo que me habría gustado leer cuando adopté a mi primer perro: no todos los arneses valen, y elegir el correcto puede marcar una diferencia brutal en sus paseos… y en tu espalda.
He probado más de seis tipos con el mío. Uno se le salía con un tirón. Otro le rozaba el sobaco (sí, mi perro tiene sobaco). Uno lo hacía andar raro. Hasta que por fin dimos con el ideal para él. Así que si estás en plena búsqueda, te dejo lo que he aprendido a base de paseos, correas estiradas y algún que otro revolcón en el parque.
1. No todos los perros necesitan el mismo tipo de arnés
Parece obvio, pero todos hemos caído en comprar el que “sale primero en Google” o el que “le va genial al perro de mi cuñada”. Lo que importa es cómo es tu perro:
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¿Tira mucho? Prueba uno con enganche delantero para corregir sin hacerle daño.
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¿Es muy peque? Uno tipo chaleco acolchado, ligero y fácil de poner.
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¿Es escapista? Mejor uno tipo "Y" que se ajuste bien al pecho y no tenga holguras.
2. La talla y el ajuste lo son todo
Un arnés suelto es casi como no llevar nada. Uno muy apretado, es castigo. En mi caso, me creía que mi perro era talla L porque pesa 30 kg, pero el pecho era más estrecho de lo que pensaba. La talla se mide con una cinta, no con el ojo.
Y ojo: cuando lo pruebes, mételo entre dos dedos entre el arnés y el cuerpo. Si no caben: muy ajustado. Si sobra espacio: se saldrá.
3. Póntelo tú antes que al perro (mentalmente hablando)
Esto parece broma, pero no lo es. Cuando elegí el que uso ahora pensé: "¿Lo puedo poner en menos de 10 segundos en la calle, con él saltando de emoción, sin necesidad de usar mis dos manos como si estuviera montando el típico mueble sueco?" Si la respuesta es no: descártalo.
4. Materiales y acolchado: que no pique, que no roce
Nada de correas de nylon sin forro ni piezas de plástico que se claven en la piel cuando tira. El que usamos ahora tiene neopreno suave y costuras planas. Lo más parecido a una mochila de buena calidad.
5. Confía en marcas que hacen productos pensando en perros reales
No en las que solo ponen un nombre bonito y lo fabrican en serie. Yo aprendí que cuando una marca prueba sus productos con perros de verdad (y no solo en fotos), se nota: los acabados, los refuerzos, los clips... todo está pensado para durar y proteger.
En resumen…
Un buen arnés no tiene por qué ser el más caro ni el más de moda. Tiene que adaptarse a tu perro y a ti. Y si no aciertas a la primera, no pasa nada: todos tenemos ese cajón con dos o tres “errores de compra caninos”.
Pero cuando das con el ideal, lo sabes. Porque el paseo fluye, el perro camina a tu lado, y tú solo te preguntas por qué no lo descubriste antes.